Ixtapa se encuentra en al norte del Estado de Guerrero, a unas dos horas y media del puerto de Acapulco. La zona comenzó su vida como centro turístico de gran importancia durante la década de 1970, cuando el gobierno mexicano empezó a promover las playas de México como destinos turísticos tanto para los nacionales como para los extranjeros. En esos años, fueron dos los lugares que concentraron la mayor parte de las inversiones turísticas: Cancún, en el Estado de Quintana Roo, e Ixtapa.
Desde entonces, no ha dejado de aumenta la afluencia de visitantes que año con año acuden para desprenderse de sus preocupaciones y pasar un fin de semana o unas vacaciones a la orilla del mar, tendidos en las playas de arenas finas que caracterizan esta zona.
El aeropuerto de Ixtapa se construyó en 1976 y desde entonces ha pasado por varias etapas de remodelación y ampliación para atender la cada vez mayor demanda de personas que llegan a lo largo de todo el año. Además, los hoteles en Zihuatanejo también han aumentado en número y en tamaño, para satisfacer las exigencias de los vacacionistas y seguir ofreciendo un destino turístico de primer nivel.
En sus playas se pueden encontrar toda clase de entretenimientos, desde la clásica “banana” y el buceo de poca profundiad, hasta los paseos en lancha por las distintas playas y la renta de acuamotos y paracaídas. Asimismo, la cabecera municipal, que se encuentra a sólo quince minutos de la playa, ofrece una variedad de platillos regionales y artesanías del Estado de Guerrero.
Para aquellos que buscan un viaje algo más rústico, existen bungalows en Ixtapa y en las playas cercanas, así como zonas de acampar para quienes gustan de pasar la noche bajo las estrellas. Además, también hay otra clase de entretenimientos, como la Marina que cuenta con capacidad para más de 600 yates, un campo de golf, un club de tenis y varias zonas comerciales para que no falte nada en unas vacaciones que prometen ser inolvidables.