Tips sobre qué hacer con las prendas de vestir después de la boda
Ha pasado el día de la boda, ha lucido, por fin, el vestido que tanto trabajo le costó elegir y el que, por cierto, resultó una inversión significativa. Ahora surge la pregunta sobre qué hacer con él. Existen algunas ideas que puede aplicar para conservar o deshacerse de tan especial atuendo.
Primero debe lavarlo o llevarlo a la tintorería para que quede como nuevo otra vez y pueda decidir más lúcidamente qué desea hacer con él. Antes de llevarlo, debe cerciorarse de que no tenga manchas que puedan pasar por alto los encargados de su limpieza. Si es el caso, indíqueles el lugar preciso al que deben prestar atención y asegúrese de revisarlo bien cuando se lo devuelvan.
Si desea conservarlo, puede acudir a la tienda en donde lo adquirió o consultar con el diseñador que se encargó de él para preguntar qué tipos de cuidados requiere. De esta forma, evitará que se decolore con el paso del tiempo. También es recomendable que consiga un cubre polvo, pero asegúrese de que lo cubra por entero o, de otro modo, con los años podría encontrarse con algunas áreas con el color alterado. Evite dejarlo en lugares que tiendan a guardar humedad, pues pueden hacer que se impregne de un olor y un color de los que será difícil deshacerse después.
Otra buena idea podría ser ponerlo a la venta. Lo ideal sería llevarlo a las tiendas o almacenes que después puedan alquilarlo. Otra forma de venderlo es anunciándolo en la sección de clasificados de las publicaciones periódicas o bien, a través de un anuncio o sitio web.
Si ninguna de estas opciones te resulta del todo convincente, también puedes considerar la posibilidad de donarlo a algunas de las muchas instituciones y fundaciones que se dedican a ayudar a personas que no cuentan con los recursos suficientes para adquirir un traje para el día de su boda. Así, al estar ayudando a una persona que lo requiere, tu vestido y tú cumplirán con una doble finalidad.
Finalmente, existe la posibilidad de darle una segunda oportunidad de vida a tu vestido rediseñándolo. Si lo llevas con un sastre o diseñador, es posible que obtengas un modelo único y personalizado que podrá servirte en ocasiones especiales. En este caso, podrías pedir que tiñeran la tela de otro color y así estarías adquiriendo prácticamente una nueva prenda
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