Escrito por: Mariel Hernández Maldonado

Muchas personas siguen confiando en el matrimonio como la fuerza externa que ayudará a que dos personas se mantengan juntas sin importar qué “hasta que la muerte los separe”, pero precisamente he ahí el problema: muchos piensan que por el hecho de tener el papel de por medio, pueden descuidar sus relaciones y dar por sentadas a las parejas, sin darse cuenta de que el contrato legal siempre se puede disolver y las uniones sinceras no.

Pocas personas se casan pensando en el divorcio, al contrario, las parejas se casan pensando que todo va a ser miel sobre hojuelas, pero hay ciertos detalles que tengamos la edad que tengamos y el tiempo que sea junto a nuestra pareja, no debemos descuidar. Se escucha de todo en las salas de divorcio, pero ¿cuáles son las causas principales del divorcio?

• Falta de pasión

Gran parte de la química que se da entre dos personas que se enamoran es la pasión y el deseo que sientan el uno por el otro; está bien tener un mejor amigo que camine junto a nosotros en lo bueno y en lo malo, pero también es importante tener un amante que nos haga sentir las mismas mariposas que cuando nos conocimos.

• Ella no quiere tener hijos

Hoy en día es muy común que las mujeres ya no vean como su máxima a la mujer abnegada, ama de casa cuidando a 4 niños, remendando pantalones, cocinando y curando rodillas. Hoy las mujeres quieren salir a trabajar, conocer el mundo, escalar en la estirpe laboral y los hijos son para muchas una carga en este aspecto. Los hombres en cambio, muchos quieren tener hijos y esto llega a ser temas de discusión irresoluble en una pareja.

• Infidelidad

De cualquiera de las dos partes y aunque no sean un matrimonio, la infidelidad suele romper las relaciones sin remedio. Muchas parejas intentan seguir su camino con la infidelidad a cuestas y algunas lo logran, pero son más las que no pueden seguir adelante y prefieren ir cada quien por su cuenta.

• Dependencia emocional

Este, como todos los puntos es muy importante que no venga de ninguna de las dos partes. Cuando una persona no puede estar sola, no sabe estar en pareja, pues llega a depositar demasiadas emociones en el otro, lo que ocasiona que la relación se vicie y finalmente uno sienta que tiene que salir corriendo. Que las dos partes de la pareja tengan un trabajo o algo en qué volcar su creatividad, amigos, hobbies y una vida propia ayuda mucho a que la pareja se mantenga fresca.

• Casarse muy jóvenes

Para las parejas que se entienden este no es un gran problema, pero muchas veces las personas que se casan jóvenes lo hacen de manera impulsiva y sin conocer realmente a la persona con la que se casan; conocen la parte amable, divertida y aventurera que todos somos cuando nos conocemos y nos conquistamos, pero no se conocen en el sentido más íntimo que hace a una pareja.

Todas las parejas pasan por momentos buenos y momentos malos; dependerá qué tan bien se lleven y puedan comunicarse entre ellos para saber si van a resolverlos o va a terminarlos como pareja.