Cada vez hay menos bodas en México
Uno de los motivos es el fuerte gasto que significa realizar la boda. Entre iglesia, vestidos, flores, salón y banquete, los estimados más conservadores establecen los costos en cerca de dos mil pesos por persona, si se quiere que todo se realice con marca, por supuesto. Algunos periódicos y revistas financieros recomiendan recurrir a los ahorros depositados en las Afores para paliar los devastadores efectos post-boda, aunque es desaconsejable tomar recursos pensados para usarse dentro de muchos años.
Otra de las causas para que los jóvenes se casen menos es que los ingresos que perciben son insuficientes para formar una familia independiente, por lo que muchos prefieren seguir viviendo en casa de sus padres por más tiempo, aunque eso signifique sacrificar su vida marital. Los noviazgos se hacen cada vez más largos y es cada vez más frecuente ver que éstos se tornan infinitos, sin visos de casorio en el largo plazo.
Los hijos son también otro factor que disuade a los jóvenes de casarse. Mantener a un hijo suele significar un gran sacrificio, ya que los gastos derivados de su cuidado y educación generalmente absorben todos los ingresos que percibe la familia, especialmente en caso de que los pequeños padezcan alguna enfermedad y haya que acudir al médico, realizar análisis y comprar medicinas. El costo de una guardería o escuela, más los materiales y todo lo demás también son para espantar a cualquiera.
Como alternativa, se posponen los compromisos o, simplemente, se mudan a vivir juntos sin ceremonia de por medio, lo cual a veces es más positivo que realizar un gran gasto, toda vez que las parejas que sí se casan duran cada vez menos tiempo juntas. O, ya de plano, se renuncia incluso a la idea de tener una pareja. Otra opción es ser mesurados en los gastos, tanto de la boda como de la vida en pareja, de modo que se planee el uso que se hace de los recursos familiares y no se derrochen los ingresos.
Articulo cortesía de:http://notasdeprensa.com.mx/
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