Decidir casarse es algo difícil de hacer ya que no solamente está el dinero de por medio, sino también la decisión y el compromiso de pasar toda la vida con una persona a la que amemos y con la que compartamos objetivos y gustos. Sin embargo cuando se deciden, muchas parejas lo que buscan es una gran boda con muchos invitados, ceremonia, banquetes, fotos, bailes y recuerditos. Otras parejas deciden casarse por el civil, algo más personal e íntimo, con pocos invitados y sin iglesia.

La decisión está en cada una de las parejas, en muchas familias la boda por el civil es solo un paso para luego pasar por la boda religiosa en una iglesia puesto que sus creencias no les permiten solamente llevar a cabo la boda civil, aquí es cuando tenemos que empezar a pensar en los pasos que le siguen a la firma de actas. Hay parejas más abiertas que deciden solamente firmar sin tener que acudir con el eclesiástico; las dos opciones son válidas puesto que ante la ley la única que importa es el acta de matrimonio que se firma en la boda civil.

En el caso de las bodas civiles tenemos la opción de casarnos en la delegación que hayamos elegido; no forzosamente tiene que ser en la delegación de residencia de alguno de los contrayentes, el problema empieza si queremos que se desplacen a nuestra casa o a algún salón, pues en estos casos el juez civil solamente puede casar a la pareja en la delegación de su ejercicio, sin embargo muchas parejas ven esto como una ventaja pues buscan la comodidad de sus casas para ejercer sus votos.

En el caso de las bodas religiosas, tenemos que tomar muchas más cosas en cuenta, puesto que la boda civil, la hagamos en el registro civil o en otro lugar solamente es el primer paso. Tenemos que acudir a la iglesia de nuestra preferencia para preguntarle al párroco cuál es la relación de fechas libres para que con base en esto podamos elegir el lugar del banquete y la fiesta posterior. Esto no es todo, si hemos decidido casarnos, tenemos que acudir (en la mayoría de las ocasiones) a un curso prematrimonial impartido en la misma iglesia; se puede hacer en la instalación o por correspondencia.

Recordemos que sea el tipo de boda que sea, debemos planearlo con anticipación para que ningún detalle quede sin revisar.