Una novia debe lucir espectacular en su gran día. Por ello, es importante que se tomen los cuidados necesarios con anticipación, lo que significa cuidarse de manera especial las manos, la piel y el cabello. Existen muchos tratamientos que se pueden seguir durante las semanas o meses previos a la boda para que el conjunto de cuidados, belleza natural y el vestido tengan un efecto demoledor.

La piel es uno de los órganos más sensibles de nuestro cuerpo, ya que lo protege de todas las cosas que pueden hacernos daño. El frío, el calor, el polvo, el sol y otros componentes del ambiente suelen desgastarla por lo que vale la pena invertir en un tratamiento para mantenerla limpia y suave en lo que se acerca esa fecha tan especial.

Los tratamientos faciales para la novia no necesariamente implican acudir al salón y gastar grandes cantidades de dinero. En la mayoría de los casos, basta con tener disciplina en casa y lavarse la cara adecuadamente todas las noches, de manera que no queden restos de maquillaje que puedan obstruir los poros. Algunas cremas son demasiado grasosas y eliminan un problema pero causan otro; hay que tener cuidado en cuál elegir para usar todas las noches, de manera que el rostro quede humectado pero libre de grasa.

Un peeling una vez a mes es una buena idea. Esto contribuye a eliminar las células muertas del rostro y a abrir los poros, permitiendo que la piel respire, se regenere mejor y mantenga una apariencia fresca. Estos tratamiento suelen ser agresivos con la piel pero esto puede evitarse si se utilizan productos orgánicos, libres de químicos y ácidos artificiales.

Los peinados para novia son una de las aficiones de muchas mujeres, y es comprensible, ya que las posibilidades son casi ilimitadas. Sin embargo, hay que saberlo elegir con tiempo y, así, seguir los cuidados que se requieren para que el peinado sea lo más fácil y adecuado posible. Dependiendo del tipo de cabello que se tenga, habrá que lavarlo con el champú adecuado. También hay que considerar si el cabello es muy seco o demasiado graso para, en cualquiera de los dos casos, cuidarlo de la mejor manera posible.

Finalmente, las manos son de lo más difícil de cuidar, ya que las utilizamos para todo y solemos tratarlas de manera mucho más ruda de lo que se merecen. Para el gran día, lo mejor es hacerse una buena manicura y, si es necesario, recurrir a las uñas postizas, si a pesar de todo no fue posible dejarlas crecer.